Es difícil hablar de las ex... En ocasiones, como hoy, es más difícil hablar con ellas. He escrito poco sobre la mía y siento que la había marginado desde noviembre de este espacio porque sentía que tenía que rehacer mi vida y reencontrar mis propios espacios sin su presencia.
Fortuitamente, buscando a Sandro (quien vive con ella) me contestó ella (sí, dejémosla como la sin nombre, al menos por ahora) el teléfono. No voy a escribir sobre los motivos de nuestra separación ni de la situación actual de nuestra nula relación (sólo que, en lo que va del año, hemos hablado unas 3 ó 4 veces y sólo nos hemos visto una).
Lo que quiero contar es que pensé que me sería mucho más difícil hablar con ella y que, si llegaba a darse esta casualidad de hacerlo, me lastimaría oírla cortante. Sí, estaba cortante y muy poco cordial (y pasamos casi tres años juntos...), pero me siento sorprendentemente sereno. No estoy viendo mi escritorio buscando el objeto menos filoso para hacer que el proceso de cortarme las venas sea aún más lento y doloroso de lo que sería con una simple hoja de afeitar... ni siquiera pienso en desarmar mi navaja para hacerlo.
Cada vez te extraño menos, cada vez me dueles menos -a pesar de las elevadas dosis de tango que estoy escuchando estos días-.
Aún no llego a ser como un explorador, pero sí me pongo cada vez menos triste y sólo lo hago "cuando alguno, en el momento más inoportuno, me pregunta por ti" (Sabina dixit).
Fortuitamente, buscando a Sandro (quien vive con ella) me contestó ella (sí, dejémosla como la sin nombre, al menos por ahora) el teléfono. No voy a escribir sobre los motivos de nuestra separación ni de la situación actual de nuestra nula relación (sólo que, en lo que va del año, hemos hablado unas 3 ó 4 veces y sólo nos hemos visto una).
Lo que quiero contar es que pensé que me sería mucho más difícil hablar con ella y que, si llegaba a darse esta casualidad de hacerlo, me lastimaría oírla cortante. Sí, estaba cortante y muy poco cordial (y pasamos casi tres años juntos...), pero me siento sorprendentemente sereno. No estoy viendo mi escritorio buscando el objeto menos filoso para hacer que el proceso de cortarme las venas sea aún más lento y doloroso de lo que sería con una simple hoja de afeitar... ni siquiera pienso en desarmar mi navaja para hacerlo.
Cada vez te extraño menos, cada vez me dueles menos -a pesar de las elevadas dosis de tango que estoy escuchando estos días-.
Aún no llego a ser como un explorador, pero sí me pongo cada vez menos triste y sólo lo hago "cuando alguno, en el momento más inoportuno, me pregunta por ti" (Sabina dixit).
Esta chido que dejes ir a las personas que alguna vez amaste y que por equis motivo ya no estan a tu lado, es sano.
Saluditos
Gracias a ambas por los comentarios.
C, yo no la dejé ir... ella se fue sin dejarme impedírselo.
YyMS, es ahora, cuando me siento más relajado, que disfruto la pureza del tango... quizá querrían ver http://mitosisifo.blogspot.com/2006/01/la-ltima-curda.html . En mis peores momentos no podía oir una pieza melancólica... me hacía demasiado daño.
Hola, hace ya tres meses que no escribía en mi blog, así que hasta ahora leo tu comentario sobre mi escrito titulado Deseos... así llegué a leer "Hablé con la ex" y sé que es dificil seguir un camino que tenías planeado recorrer con otra persona, la nostalgia es sana siempre y cuando no te claves en ella. Cuando pasas por una situación de separación las cosas se ven muy difíciles pero te aseguro que cuando logras verlas un poco a la distancia verás que solo era el miedo a algo diferente. Suerte!
Casnal: de verdad que da gusto verte tan bien. Que sí, que lo pasaste re mal en su momento. Pero eso ya pasó. Llegó el momento de dejar de vestir ropas negras, llegó el alivió de luto. Acá es cuando Shakespeare dice: "Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan" (o algo por el estilo, jaja).
el alivio, no el "alivió." Ja,ja, no lo había notado.