Michael Nyman es uno de los mejores creadores musicales de estos años. La película más conocida que ha musicalizado es The Piano (Jane Campion, 1993), pero yo lo conocí gracias a una de mis películas favoritas, pues hizo la música para grandes pelis del gran director Peter Greenaway.
Gracias a The Cook, The Thief, his Wife & Her Lover (Peter Greenaway, 1989), comencé a notar y apreciar la música en el cine. Esa que, a menos que conozcamos la rola y podamos tararear la letra, no se nota. Sus impecables y complejas armonías y mezclas crecientes y decrecientes de combinaciones instrumentales lo hacen una maravilla.
Anoche fui a ver su concierto y fue brillante. Lo había visto en 1996, en la UNAM y, aunque aquel fue mucho mejor, este lo encontré sublime. Lástima que la gente no lo aprecia y no logró llenar el Metropolitan. Los subletrados de esta ciudad no lo entienden y, por su culpa, estos espectáculos son ocasionales, poco difundidos y caros.
Memorial de The Cook... fue simplemente brillante, pero interpretó fragmentos de otras joyas de Greenaway, como The Draughstman's Contract (1982), Drowning by Numbers (1988) y Prospero's Books (1991), ésta última basada en The Tempest de William Shakespeare.
¡Qué bien que dos genios como estos se hayan encontrado y logrado crear juntos! La semana, hacia su final, se está componiendo.
Gracias a The Cook, The Thief, his Wife & Her Lover (Peter Greenaway, 1989), comencé a notar y apreciar la música en el cine. Esa que, a menos que conozcamos la rola y podamos tararear la letra, no se nota. Sus impecables y complejas armonías y mezclas crecientes y decrecientes de combinaciones instrumentales lo hacen una maravilla.
Anoche fui a ver su concierto y fue brillante. Lo había visto en 1996, en la UNAM y, aunque aquel fue mucho mejor, este lo encontré sublime. Lástima que la gente no lo aprecia y no logró llenar el Metropolitan. Los subletrados de esta ciudad no lo entienden y, por su culpa, estos espectáculos son ocasionales, poco difundidos y caros.
Memorial de The Cook... fue simplemente brillante, pero interpretó fragmentos de otras joyas de Greenaway, como The Draughstman's Contract (1982), Drowning by Numbers (1988) y Prospero's Books (1991), ésta última basada en The Tempest de William Shakespeare.
¡Qué bien que dos genios como estos se hayan encontrado y logrado crear juntos! La semana, hacia su final, se está componiendo.
hola, gracias por tu comment en mi blog, quiero decirte que estoy de acuerdo en que la ignorancia de la mayoría de las personas es la culpable de que este tipo de espectáculos sean escasos y caros, me dio mucha tristeza ver el teatro semilleno, cuando los de la paulina rubio y belinda se llenan a reventar, es el botón de muestra, indicador de las tristes condiciones culturales de nuestra querida sociedad mexicana.Conste, no tengo nada en contra del pop ni nada, simplemente me gustaría que las cifras fueran mas parejas.
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