Cuatro días en febrero

Cuarto día consecutivo de alcohol. Orgullo y destrucción absoluta.

Muero de sueño y me siento fundido, pero me la he pasado muy bien estos días. Del jueves escribí ya. El viernes salí con Ben a chelear y fuimos al bar de siempre, nos la tomamos con algo de calma y la pasamos muy bien, llegó Boa y se portó bastante chida. Nos fuimos a cenar y terminamos en el Milán con un gran mojito.

Ayer, Lette, la mujer de la que escribí hace un par de días, había quedado de llamar y, aunque pensé que no la vería porque tenía (ella) una agenda pesada y supuse que estaría demasiado cansada. Pero llegó al bar de siempre, en el que estábamos Ben y yo, y comenzamos a beber con ella.

Me cae muy bien y es una mujer muy divertida. Hablamos de un montón de cosas, después llegó Sandro y todo iba maravillosamente bien. Teníamos ganas de seguir y nos lanzamos al after hours, ahí bailamos y seguimos cheleando los cuatro, fue una gran noche.

Ben estaba ahogado de borracho y Sandro lo llevó a casa, mientras yo llevé a Lette a su hotel. No pasó nada con ella, pero disfruté muchísimo su compañía y es una persona con quien me encantaría pasar bastante tiempo... mismo que no hay por ahora.

La borrachera de Ben fue tal, que a las 7:00, más o menos, me llamó Sandro, para preguntarme cómo llegar a casa del primero, porque estaba inconsciente y no podía dirigirle el camino al segundo de la calidad de peda que traía encima... Finalmente llegaron cada quien a su destino, pero vaya que costó trabajo dirigir a Sandro por teléfono.

Hoy hubo futbol y, a pesar de que me dormí como a las 7:30 AM, logré levantarme para ir a la cancha y echarme unas chelas con Ambriz, el chelero de confianza. El juego fue malo y el equipo sigue jugando piedras, pero llegó el tercer tiempo y, el que había de ser un domingo tranquilo, se convirtió en el cuarto día de beber con bríos.

Estuve con Coke y sus cuates, uno de los cuales apenas podía andar, y las cervezas no paraban de llegar. Salió el hambre y fuimos a un buffet árabe bastante rico, acompañado de roncito, claro.

Recién llegué a casa y necesito dormir, pero no quería dejar de escribir en este momento.

Comments (5)

¡Qué borrachera me puse!
Y bueno, ya abrí mi blog. Fue una pesadilla, casi como hacer un trámite burocrático. Me cagan las computadoras. Trataré de publicar frecuentemente. Ahora mismo está casi vacío, pero ya le iré dando forma. Saludos. Y sí, qué borrachera me puse el sábado!

¿No hay tiempo? Para alguien que te gusta... no sé... inventatelo!

De verdad no hay tiempo... ella es extranjera y sale de la ciudad en un par de días (y no, no puedo acompañarla). Vuelve en poco más de una semana, pero casi que lo hará para irse de la temrinal de autobuses al aeropuerto, de vuelta a su país.

Gracias por las "porras", pero tampoco lamentaré que no se arme nada. Ayer le decía a Ben que me cayó tan bien Lette, que (casi) no importa no haber intimado con ella.

¿De dónde sale tanto alcohol??? Ahh y estoy de acuerdo con Denise... para alguien que te gusta debe NECESARIAMENTE existir tiempo

Laula,

Afortunadamente hay productores en el mundo suficientes para satisfacer las constantes necesidades de gente comprometida con el alcohol como Sísifo. ¡Gracias a todos ellos!

Y de lo de Lette, creo que el post siguiente explica también parte de mi decisión en torno al tema.