Recuento de daños

Cada tanto es conveniente realizar uno y, en esta ocasión, el recuento va de los estragos que dejó el fin de semana, mismo que inició desde el jueves.

La cada vez más clásica noche de garito dejó resultados encontrados: pérdidas en cuanto a lana y media botella de tequila (para beber) acompañada de una buena cantidad de cervezas (para hidratar) en mi interior lograron un muy decente estado de alteración. La mañana del viernes me sentía heróico, pues sólo pasé por un pesado cansancio durante las horas laborales.

Había quedado de ver a la actriz la noche del viernes, así que llamé para averiguar si había necesidad de pasar a comprar provisiones y, cuando me contestó, me dijo que había sufrido una esguince en una pierna, así que me lancé a su casa antes de la hora prevista.

Estaba ahí un cuate de ella y amigas suyas fueron llegando, entre ellas Jezabel, quien me cae bastante bien por lo incisiva que puede ser al vertir algo de ácido con sus comentarios. Las amigas me cayeron bien, una de ellas atractivona y la otra simpática. La actriz logró pasar la velada sin demasiadas molestias en la pierna, imagino que las cervezas que ingirió ayudaron.

Jezabel partió pronto y el resto nos quedamos un rato más a beber y jugar (sí, es ya un vicio declarado), hasta que nuestra anfitriona se declaró incapaz de seguir por el cansancio y algunas molestias. Una de las amigas sugirió ir a una reunión, como el alcohol no había logrado el efecto deseado accedí a ir.

Estaba ya cansado y aun así fui. Era una reunión sin mucho sentido, cinco hombres, tres mujeres y bastante alcohol. La música era lamentable y me dediqué a criticarla y beber. Sin más por hacer cuando la botella de vodka quedó vacía, tomé camino a casa.

Tras dormir pocas horas, me levanté y no pude dormir más en todo el día. Quedé con Ben de ir a la fiesta de cumpleaños de una de sus amigas rabiosas. No estaba particularmente animado el festejo, pero había muchas chelas y suficiente alcohol para aguantar la noche fría hasta cerca del amanecer.

Las rabiosas tienen la constante propensión al flirteo, pero nunca se animan a más. Con esto en mente, suponía, sólo para confirmar horas después, que sería una típica noche entre ellas.

Se está terminando el lunes y el cansancio no cede... yo tampoco lo hago ante el sueño. Los daños no son graves, pero mantener este ritmo no ha sido fácil. Ita no podrá recibirnos en casa este jueves, pero como el ritual se ha convertido en parte fundamental de nuestras existencia laboral, la convocatoria se movió para mañana.

Seguiré con los daños, no hay duda, retaré a mi propio cuerpo y espero que éste no me traicione cediendo ante algo como el dolor de espalda o peor. Espero que la mañana del miércoles refleje sólo cansancio, pues habrá tiempo de dormir cuando muera.

Comments (5)

Ya invita a boa...

¿A dónde?

". La música era lamentable y me dediqué a criticarla y beber. " escuchaste a RBD??
jaja, pues si descansaremos en paz algún día, por ahora vivamos
SALUD!!

Pues invita a boa a beber este fin de semana. Ella también quiere hacer un recuento... de algo, de lo que sea... ja. Que se armen las chelas ya. El día que quieras, viernes o sábado. Abrazos.

Querido, todo bien en mi frente, por si te lo preguntabas, jajaja. Mucha chamba y mucho cansancio. Te mando un gran beso.