Los gatos son maravillosos. Son seres geniales, interesantes, divertidos y con personalidades muy definidas.
Yo tengo una gata de casi seis años de edad, Gala. Es bellísima y demandante, pero no por ello deja su independencia de lado. Cada noche que llego, viene conmigo y reclama su derecho de afecto y su ronroneo es uno de los sonidos con más pureza en el mundo.
En estos días he convivido con un par de gatos más. El primero Demian, de Eleanor. El miércoles me llamó ella para decirme que estaba enfermo, con los ojos muy rojos y deprimido.
Insistí para ir por él y lo llevamos juntos al veterinario, en cuanto llegamos, nos dijo el doctor que tenía fiebre y que estaba deshidratado, así que hubo que ponerle suero y comenzó a inyectarlo mientras yo lo detenía y Eleanor se angustiaba. Tuvo que quedarse ahí para pasar la noche, pero nos aseguró que estaría bien.
El jueves fui a la ficha a casa de Aniram, me cae bien y para entonces había generado ya aprecio en mí, pero ese día me cayó especialmente bien. En cuanto llegamos a su casa me llevó a ver a su nueva nena, aún no tiene nombre, pero es tan pequeña que cabe en poco más de la mitad de mi mano y apenas puede sostenerse en sus patas sin temblar.
La recogió de la calle, no sé en qué circunstancias, pero le admiro haber tomado a la gatita y llevarla a su casa. Le compró comida y le está dando leche con un biberón, ojalá se acoplen y se queden juntas.
La tarde del viernes fui por Eleanor para pasar por Demian, se veía mucho mejor y hace un rato lo llevamos a revisión. El médico nos dijo que estaba ya suficientemente recuperado y, a menos que se le vea mal, no será necesario llevarlo de nueva cuenta.
La forma como la gente trata a los gatos me parece un claro indicador de la personalidad humana. Si los rechazan me siento yo rechazado; si los tratan bien, siento que la especie humana se reivindica; si los recogen de la calle y les dan un hogar, casi hacen que recupere la esperanza en el homo sapiens, al menos por cierto tiempo.
Yo tengo una gata de casi seis años de edad, Gala. Es bellísima y demandante, pero no por ello deja su independencia de lado. Cada noche que llego, viene conmigo y reclama su derecho de afecto y su ronroneo es uno de los sonidos con más pureza en el mundo.
En estos días he convivido con un par de gatos más. El primero Demian, de Eleanor. El miércoles me llamó ella para decirme que estaba enfermo, con los ojos muy rojos y deprimido.
Insistí para ir por él y lo llevamos juntos al veterinario, en cuanto llegamos, nos dijo el doctor que tenía fiebre y que estaba deshidratado, así que hubo que ponerle suero y comenzó a inyectarlo mientras yo lo detenía y Eleanor se angustiaba. Tuvo que quedarse ahí para pasar la noche, pero nos aseguró que estaría bien.
El jueves fui a la ficha a casa de Aniram, me cae bien y para entonces había generado ya aprecio en mí, pero ese día me cayó especialmente bien. En cuanto llegamos a su casa me llevó a ver a su nueva nena, aún no tiene nombre, pero es tan pequeña que cabe en poco más de la mitad de mi mano y apenas puede sostenerse en sus patas sin temblar.
La recogió de la calle, no sé en qué circunstancias, pero le admiro haber tomado a la gatita y llevarla a su casa. Le compró comida y le está dando leche con un biberón, ojalá se acoplen y se queden juntas.
La tarde del viernes fui por Eleanor para pasar por Demian, se veía mucho mejor y hace un rato lo llevamos a revisión. El médico nos dijo que estaba ya suficientemente recuperado y, a menos que se le vea mal, no será necesario llevarlo de nueva cuenta.
La forma como la gente trata a los gatos me parece un claro indicador de la personalidad humana. Si los rechazan me siento yo rechazado; si los tratan bien, siento que la especie humana se reivindica; si los recogen de la calle y les dan un hogar, casi hacen que recupere la esperanza en el homo sapiens, al menos por cierto tiempo.
Nosotros los "cat people" nos emocionamos cada vez que leemos de gatitos. Aprovecho para anunciar que tengo 3 en adopción. Apuntate. Ya le hace falta un hermanito a Gala! no todos quieren ser hijos únicos... luego crecen muy mimadales.
Salud.